¿Alguna vez te has planteado hacerte un seguro de vida? Si tu respuesta ha sido «no», quizá seas uno de los 6 tipos de personas que lo necesitan y no lo saben.
La mayoría de las personas con un seguro de vida están casadas y tienen entre 35 y 54 años. Así lo confirman los datos de 2018 de Unespa, la patronal del sector asegurador. Por lo general, la gente se hace estas pólizas cuando tiene hijos o alguna deuda importante, como una hipoteca. Sin embargo, no hace falta ser madre o comprarte una casa para que te sea útil el seguro de vida.
Su funcionamiento es muy fácil: si una persona fallece, indemnizan a sus beneficiarios con un capital previamente acordado. Ten en cuenta que, si falleces, tu familia tendría que asumir muchos gastos (funeral, impuestos, deudas…). Solo por eso, ya merece la pena dejarles algún dinero, sea cual sea tu situación actual. Pero, si cumples una o varias de las siguientes circunstancias, está claro que eres uno de los 6 tipos de personas que necesitan estas pólizas.
1. Los amos y las amas de casa
Quienes cuidan de la casa tienen decenas de trabajos. Las amas de casa son limpiadoras, cocineras, cuidadoras, chóferes, costureras, asesoras… ¿Te imaginas cuánto costaría contratar una persona que hiciese todo eso 24 horas al día? Los amos de casa y las amas de casa trabajan muchísimo y eso se traduce en un gran ahorro económico para una familia. No solo aporta quien trae un sueldo; también lo hace quien se queda haciendo tareas por las que se pagaría a una persona.
Si cuidar del hogar fuese un trabajo remunerado, se pagaría a más de 2700 euros al mes, según un estudio. ¿Y si faltase el ama de casa? ¿Y si hubiera que pagar a alguien para hacer todo eso? Hablamos de guardería, personal de limpieza, transporte… Perder al miembro de la familia que trabaja en casa es un durísimo golpe económico. El seguro de vida se encarga de aportar tranquilidad para que, si ocurriera algo, el dinero no fuera ningún problema.
2. La gente soltera o que vive sola
Si piensas en una persona con seguro de vida, quizá te imaginas a una madre de familia o a una pareja con una hipoteca. Son los perfiles más frecuentes, pero no son los únicos tipos de personas que necesitan un seguro de vida. Los solteros y quienes viven solos también se benefician de su protección.
¿Por qué una persona que esté sola necesitaría un seguro de vida? Por un motivo muy simple: para ser independiente pase lo que pase. Los seguros de vida no solo te cubren en caso de fallecimiento, sino que pueden incluir otros imprevistos. Por ejemplo, un seguro de vida con invalidez te indemnizaría si sufrieras un accidente que te obligara a pedir la incapacidad permanente. Si eso ocurriera, ya no podrías volver a trabajar y dependerías exclusivamente de una pequeña pensión. Para los solteros, es garantía de independencia y tranquilidad.
3. La gente joven
Hay pocas probabilidades de que una persona joven fallezca. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), es 18 veces más probable morir con 60 años que con 25. ¿Significa eso que no merece la pena tener un seguro de vida si eres joven? En absoluto.
Cuando se es joven, no hay apenas riesgo de que nos ocurra algo, pero la posibilidad sigue ahí. Precisamente porque es poco probable, las primas son muy baratas para los jóvenes. Por menos de lo que te cuesta salir a cenar con los amigos, estarás protegido todo un año. Por ejemplo, si entras en nuestro comparador, verás que una persona de 25 años puede contratar 80.000 euros por 33 euros al año. Y alguien de 28 pagará solo 50 euros anuales a cambio de una indemnización de 47.000 euros en caso de invalidez o fallecimiento.
4. Las parejas sin hijos
Los padres y madres de familia son los tipos de personas perfectos para un seguro de vida. Si les ocurre algo, quieren que sus hijos no tengan que preocuparse por el dinero, es lógico. Pero no solo tener hijos justifica necesitar una de estas pólizas.
Las parejas suelen tener una hipoteca en común. Si fallece uno de los dos, el otro puede tener dificultades para seguir pagando. O quizá tienen un familiar a su cargo que están cuidando, lo que supone mucho dinero. O simplemente quieren saber que, ocurra lo que ocurra, el otro miembro de la pareja no tendrá que preocuparse por el dinero.
5. Los mayores de 60
Los seguros de vida son para cualquier edad. Conforme nos hacemos mayores, aumenta el riesgo de que nos ocurra algo. Las aseguradoras son conscientes de esto, y por eso no todas aceptan clientes de más de 60 o 65 años. Sin embargo, eso no significa que no haya opciones para ellos, porque sí necesitan estar protegidos.
Por desgracia, hay muchas familias que salen adelante gracias a la pensión de uno de los abuelos. Tampoco es extraño que una persona mayor de 65 años tenga alguien a su cargo (hijos universitarios, familiares dependientes…), o que aún esté pagando la hipoteca. Una persona de más de 65 años tiene muchísima vida por delante, y debe asegurarla. Si es tu caso, en nuestro comparador puedes ver qué compañías aceptan clientes de más de 60 años.
6. Quienes tienen un seguro de decesos
No es lo mismo el seguro de decesos que el seguro de vida. El seguro de decesos cubre únicamente los gastos relacionados con la muerte: funeral, sepultura… Un entierro en España cuesta una media de 3500 euros, por lo que es un gasto muy grande para cualquier familia que pierda a uno de sus miembros.
No obstante, tener seguro de decesos no evita que necesites uno de vida. El seguro de vida indemniza a los beneficiarios en caso de fallecimiento y, además, suele incluir los gastos del sepelio (entre 3000 y 5000 euros, por lo general). En resumen: el seguro de vida sustituye al de decesos, pero no al revés. Si ya tienes uno de decesos, también eres uno de los tipos de personas que necesitan un seguro de vida. En nuestra plataforma puedes consultar rápidamente si la póliza que te gusta incluye o no los gastos de sepelio.
¡Recuerda! No hace falta ser padre o madre, tener 50 años, estar casados o hipotecados para necesitar un seguro de vida. Hay muchos tipos de personas que pueden beneficiarse de ellos y que no lo saben. No lo pienses más y echa un vistazo a nuestro comparador. Cuando veas lo poco que cuesta proteger tu futuro y el de tu familia, ya no te quedarán dudas.