Las pólizas vida son una opción inteligente para poder cubrir nuestras necesidades y la de nuestros familiares en caso de fallecimiento, accidente o enfermedad grave. Aún así, seguimos teniendo un gran desconocimiento sobre ellas. Una de las cuestiones que solemos plantearnos es cuánto se cobra por un seguro de vida si sucediera alguna desgracia. Lógicamente, esta cifra va a depender de muchos factores y, sobre todo, la cantidad será más o menos mayor dependiendo de la situación en la que nos encontremos. No va a ser lo mismo el cobro por muerte que por invalidez o discapacidad, por ejemplo.
Seguro de vida riesgo
Antes de intentar cobrar un seguro de vida lo primero que debemos saber es qué hemos firmado. Existe un gran número de coberturas adicionales que pueden incluirse en la póliza y debemos tener claro si los motivos por los que necesitamos cobrar ese seguro están recogidos o no en el contrato. El siguiente paso será concretar la cantidad asegurada que se va a cobrar. Por norma general lo máximo que se puede obtener es la cifra pactada en el momento de formalizar el contrato, pero ese importe puede sufrir modificaciones atendiendo a los puntos que se haya acordado en la firma.
Existen una amplia variedad de seguros de vida pero el más habitual, al menos en España, es el de riesgo. Con este seguro podemos obtener grandes beneficios tanto por fallecimiento como por invalidez. Sin ir más lejos, los últimos datos recopilados por la Memoria Social del Seguro 2021, revelaron que este tipo de pólizas llevan a cabo indemnizaciones con una media de 50.000 euros. Dentro de esta cantidad el 32% de los casos estaban relacionados con la invalidez o incapacidad, mientras que el porcentaje restante era por motivo de fallecimiento.
El cobro del seguro de vida suele hacerse en un único pago una vez que se han establecido las causas pertinentes, pero el importe puede variar mucho según el tipo de seguro que hayamos contratado.
Seguro de vida término
También es uno de los más habituales. Pero a diferencia de otras pólizas que también contemplan la invalidez o la incapacidad, en este caso solo vamos a obtener beneficios si existe un caso de fallecimiento. Si se produjera la muerte del asegurado cobraremos la totalidad de la cantidad que se haya pactado previamente en el contrato.
Este tipo de seguro tiene la particularidad de que no ofrece coberturas para toda la vida, por lo que hay una fecha de caducidad estipulada.
Además, el seguro de vida término puede contratarse de dos tipos:
Decreciente. En el primer caso se establece una cantidad fija de capital asegurado que va disminuyendo cada cierto tiempo. Si ocurriera el fallecimiento, los beneficiarios cobrarían la cantidad acumulada en el momento de la muerte y no la que se pactó en un principio.
Creciente. Todo lo contrario. A partir de la cantidad previa, cada cierto tiempo, normalmente al año, se le suma un pequeño porcentaje que suele rondar el 5%. Se cobrará la cantidad que esté establecida en el momento de la muerte.
Seguro de vida permanente
Es muy completo, ya que ofrece más coberturas que el seguro vida término. En este caso sí nos cubre para toda la vida, por lo que si fallece el asegurado, los beneficiarios pueden obtener la cuantía tanto en efectivo como a modo de préstamo. La cantidad será la establecida previamente en el contrato.
Los cobros de los seguros de vida se pueden obtener de varias maneras:
- Generalmente la aseguradora ofrece un único pago, pero además hay la posibilidad de obtener dicha cuantía utilizando la opción de interés. En este caso, los beneficios los mantendrá la compañía aseguradora y los abonará al beneficiario como intereses de forma periódica.
- También es posible obtener los beneficios a través del periodo fijo. La compañía pagará al beneficiario la cantidad establecida, por intervalos, y siempre dentro de un tiempo límite fijado.
- Por último, está la opción de reembolso de vida: la aseguradora va pagando la cantidad de beneficios de forma mensual para toda la vida.
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