La contratación de un seguro de vida implica más aspectos a tener en cuenta de los que podamos imaginar. No es algo tan simple como leer unas condiciones, hacer una firma y pensar que ya nos encontramos protegidos. En realidad, tal y como las aseguradoras se ocupan de remarcar, es importante prestar atención a las distintas condiciones existentes y seleccionar un tipo de seguro de vida que se ajuste a las necesidades del momento. En relación a esto, interesa conocer en qué consisten los seguros de vida con capital creciente y decreciente y por qué no interesa su contratación.
Seguro de vida con capital creciente
Se aumenta el capital asegurado cada año para que de esta manera siempre se disponga del “mismo poder adquisitivo asegurado”. Es decir, si por ejemplo haces un seguro de vida de 100.000 € cuando tienes 30 años, cada año subiría el capital y en 10 años tendrías lo mismo con el mismo poder adquisitivo.
La condición que se incorpora para el aumento de la cifra económica depende de lo que se haya convenido en el contrato ya que:
- Hay varios tipos de crecimiento entre los que se puede elegir en base a las necesidades o teniendo en cuenta la propuesta que se realice desde la correduría.
- El cálculo del aumento del capital puede ser geométrico o aritmético, aunque ninguno de ellos influye en el importe de las primas.
La flexibilidad del capital creciente permite que cada uno decida la forma en la que el capital varía.
Por ejemplo, es posible determinar que el capital crecerá tomando como base lo que le ocurra a un índice determinado del mercado, como el Índice de Precios al Consumo (IPC). En este caso, la correduría de seguros hará uso de un TAR (un seguro de tipo Temporal Anual Renovable) para que la prima aumente de forma flexible.
La subida del precio de la póliza se producirá en paralelo al aumento del capital y en consonancia con el índice del IPC, teniendo en cuenta el crecimiento natural en proporción a la tabla de mortalidad.
De cualquier forma, los expertos no los recomiendan desde hace años y apenas se comercializan. Hay que pensar que nuestra vida no cambia acorde al IPC, sino que intervienen otras circunstancias totalmente imprevisibles. En unos años nuestras necesidades económicas pueden variar de arriba abajo por cambio de trabajo, por herencia, por nacimiento de más hijos, o porque se han independizado y ya precisamos menos dinero.
Seguro de vida con capital decreciente
Suelen estar asociados a las hipotecas: el capital decrece al disminuir el importe del préstamo hipotecario. Es una buena forma de protegerse mientras se está pagando una deuda para que no se llegue a producir una situación problemática que impida acabar devolviendo este capital.
Cada año se ajusta dependiendo del capital que se debe de la hipoteca
- El cálculo del aumento del capital puede ser geométrico o aritmético, aunque ninguno de ellos influye en el importe de las primas.
- El pago de las primas también se puede realizar de manera decreciente o constante, para ofrecer flexibilidad y comodidad al asegurado.
Nuestros expertos no los recomiendan porque cuando contratamos un seguro de vida lo hacemos con la intención de dejar el dinero a nuestros beneficiarios y no al banco, como es el caso de este tipo de seguro.
Con otros seguros de vida los herederos pueden decidir qué hacer con el dinero, lo que puede incluir liquidar la hipoteca o no. Hay que tener en cuenta que si por ejemplo fallece uno de los dos titulares del crédito y la hipoteca es a interés fijo o quedan pocos años para su cancelación, resulta más rentable cobrar la póliza del seguro de vida y seguir pagando las cuotas al banco.
Además, con la mayoría de los seguros de vida, dejamos un dinero para nuestros hijos aunque ya esté liquidada la hipoteca. Ese es el fin de estos productos: proteger a nuestros seres queridos cuando no estemos para hacerlo.
Si aún tienes dudas sobre qué tipo de seguro de vida es más interesante, puedes encontrar más información aquí o en elmejorsegurodevida.com. También puedes pedir ayuda a uno de nuestros expertos en los teléfonos 91 218 21 86 – 932 990 416. Porque al entender en qué consisten los seguros de vida con capital creciente y decreciente, uno se da cuenta de que ambas opciones son igual de positivas y es cada uno quien debe valorar qué le interesa más.
A la hora de elegir un tipo de seguro de vida influyen muchos detalles, como la edad que tenga el asegurado, su profesión, ingresos, previsiones o si se tiene algún tipo de deuda en activo a modo de préstamo o hipoteca.
La buena noticia con los seguros de vida es que existen tantas variables y posibilidades que siempre hay oportunidades de encontrar el modelo que más se ajuste a cada caso. Al fin y al cabo, lo importante es poder asegurar que tenemos una protección.