Los seguros de vida se pagan con la esperanza de no necesitarlos nunca. Entonces, ¿merece la pena contratar un seguro de vida? Los datos demuestran que sí, ya que este tipo de pólizas ayudan cada año a miles de familias en España por un precio muy bajo al año.
Los seguros de vida tienen un funcionamiento muy sencillo. El asegurado paga a cambio de que, si le ocurre algo y fallece, la compañía indemnice a sus beneficiarios con una cantidad previamente acordada (80.000 euros, 150.000 euros…). También se pueden hacer para que el dinero lo reciba el propio asegurado, en caso de que tenga que pedir una invalidez.
Una póliza que da seguridad
Así pues, estas pólizas se hacen siempre como medida de prevención. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), hay pocas probabilidades de fallecer cuando somos jóvenes. Por ejemplo, la probabilidad de morir con 20 años es de menos de un 0,21 entre 1000. Y la de morir con 45 años, de solo 1 entre 1000. Estas pólizas, aunque es poco probable que tengan que intervenir, nos aportan mucha tranquilidad; solo por eso ya merece la pena contratar un seguro de vida.
En 2018, en España había cerca de 20 millones de personas con un seguro de vida riesgo, es decir, que recibirán una indemnización si fallecen. Este tipo de pólizas se usan más cuando hay una hipoteca, para que la familia pueda liquidar el préstamo si ocurre cualquier desgracia. De hecho, cada año unas 8400 familias sufren una muerte o una enfermedad que les dificulta pagar su hipoteca; de ellas, unas 4800 tienen la protección de una póliza para saldar esa deuda.
¿Compensa pagar durante años?
No obstante, hay quienes pensarán que no compensa pagar durante años por un servicio que, quizá, no necesiten nunca. Quizá opinen que, después de mucho tiempo pagando, es posible que se haya dado más de lo que se reciba como indemnización. Pero ¿esto puede ocurrir realmente? Las cifras de Unespa, la patronal aseguradora, arrojan bastante luz sobre este asunto y muestran que esa posibilidad es muy pequeña.
Según los datos de 2019, solo el 3,9 % de los asegurados falleció después de pagar más de 30 años. Por el contrario, 3 de cada 10 personas con seguro de vida murieron menos de 5 años después de haberlo contratado. En otras palabras: es poco probable que se necesiten estas pólizas (por suerte, poca gente fallece de forma prematura); pero, por si eso ocurre, merece la pena contratar un seguro de vida para ayudar a las familias.
Pongamos algunos ejemplos para ver si merece la pena contratar un seguro de vida. Hay que tener en cuenta que los precios de estas pólizas varían según el capital asegurado y la edad, así que suben un poquito cada año que pasa.
Una mujer de 30 años contrata 100.000 euros por 46 euros al año. Lo paga durante 5 años y después fallece, cuando la cuota era de 57 euros al año. En total, habrá pagado menos de 300 euros y, a cambio, sus beneficiarios recibirán 100.000 euros.
Un hombre de 50 años asegura 250.000 euros por 620 euros al año. Lo paga durante 8 años y después fallece, cuando la cuota era de 1180 euros. En ese tiempo, habrá pagado unos 7500 euros, pero su familia recibirá los 250.000.
¿Cómo saber cuánto dinero asegurar?
Merece la pena contratar un seguro de vida, aunque se pague durante varios años. Sin embargo, lo realmente importante es que el dinero que reciban los beneficiarios sea suficiente para afrontar las deudas y los gastos que deja el difunto. Por eso, es esencial saber qué capital contratar.
A grandes rasgos, un seguro de vida merece la pena cuando cubre, al menos, 5 años de sueldo íntegro. Esa es la cifra que se calcula que necesita una familia para recuperarse económicamente de la muerte o enfermedad de un miembro (recuerda que estas pólizas también pueden cubrir enfermedades graves o invalidez).
Por ejemplo, si una persona cobra 25.000 euros anuales, al menos debería asegurar 125.000 euros. A esa cantidad hay que sumarle las deudas o préstamos pendientes para tener una cifra más realista.
Cómo calcular el capital
Para ayudarte a hacer números, puedes utilizar nuestro comparador. En el apartado «Poner la cantidad que quieres asegurar», hay una pequeña opción llamada «calcúlala aquí». Esto es todo lo que el comparador tendrá en cuenta para saber cuánto capital necesitas:
— Cuánto dinero te queda pendiente de tu hipoteca. Por ejemplo: 80.000 euros
— ¿Tienes otros préstamos que quieras proteger? Un crédito para el coche, un préstamo para que los hijos estudien en la universidad… Supongamos que todos suman otros 50.000 euros.
— Cuánto dinero quieres que tenga tu familia al mes. Por ejemplo, 1000 euros.
— Durante cuántos años quieres dejarle esa mensualidad a tu familia. Por ejemplo, durante 5 años.
En total, y siguiendo los pasos del comparador, con los ejemplos que hemos puesto esa persona debería contratar al menos 190.000 euros.
Por qué merece la pena contratar un seguro de vida
En resumen: las cifras reflejan que sí merece la pena contratar un seguro de vida. Nadie quiere pensar en la muerte, en que no podamos estar para ver crecer a nuestros hijos o cumplir todos los planes que habíamos hecho. Sin embargo, es una posibilidad real, aunque sea muy pequeña. El precio de los seguros de vida es muy bajo, por lo que compensa tenerlo incluso durante varios años a cambio de la certeza de que tu economía y la de tu familia estará bien pase lo que pase.