Te desmentimos algunos de los mitos sobre los seguros de vida más frecuentes, para que tengas toda la información y veas lo útiles que son en realidad.
Más de 20 millones de personas en España tiene un seguro de vida riesgo, según datos de Unespa, la patronal del sector. Estos productos se encargan de que, si te sucede algo y falleces, tus beneficiarios reciban la cantidad de dinero que tú hayas elegido. A cambio, se paga una prima, que suele ser anual.
Los mitos más frecuentes sobre los seguros de vida
20 millones de personas no pueden estar equivocados y contratar un producto que no sea bueno para ellos, ¿verdad? Por eso, en este artículo te contamos varios mitos sobre los seguros de vida, falsas o medias verdades que se cuentan sobre ellos. Échales un vistazo y descubre por qué son erróneas muchas de las cosas que habías oído.
1. No son para gente mayor
El primer y más frecuente de los mitos sobre los seguros de vida. Es muy probable que lo hayas oído alguna vez: no hay para los mayores de 65. ¿Por qué no es cierta esta afirmación?
Claro que hay opciones para mayores de 65 años, aunque son un poco escasas y hay que saber buscarlas. En nuestro comparador es muy fácil, porque insertas tu edad y automáticamente te aparecen todas las opciones que puedes elegir.
Las aseguradoras ponen un límite de edad para la contratación, eso es cierto, pero hay varias que permiten firmarlo incluso hasta los 70 años (Liberty, por ejemplo). Lo más habitual es que, a partir de los 65 o 67 años, se reduzcan las coberturas que se pueden añadir al contrato, pero siguen cubriendo el fallecimiento hasta los 75 u 80 años, según la empresa que elijas.
2. No compensan a largo plazo
El objetivo de cualquier seguro de vida es no tener que necesitarlo nunca. Son una red de seguridad por si todo falla y quieres tener la tranquilidad de que tu familia no sufrirá por el dinero. La esperanza de todos es que jamás te veas en la situación de tener que cobrar la indemnizacióno.
Sin embargo, es posible que alguien te haya dicho alguna vez: aunque paguen la indemnización, nunca te dan tanto dinero como tú has pagado. Entonces ¿no merecen la pena?
Los datos desmienten este mito. Si, por desgracia, el seguro tiene que actuar, hay muchísimas probabilidades de que te haya compensado. Según datos de Unespa, solo 4 de cada 100 personas fallecieron después de estar pagando más de 30 años. Por el contrario, el 30 % de quienes tenían uno fallecieron 5 años después de haberlo firmado. Las cifras demuestran que es mucho más probable que te compense tener uno a que pagues a cambio de nada.
Imaginemos que, en 8 años, has pagado unos 2000 euros de prima (unos 250 euros cada año) por un capital de 200.000 euros. Si fallecieras, tu familia conseguiría 200.000 euros a cambio de 2000.
3. Solo son para familias con hijos
Hay muchas personas que pueden beneficiarse de estas pólizas y no lo saben, como los solteros o quienes viven solos. Se suelen asociar a las familias con hijos o con hipotecas, pero no pensamos nunca en quienes están solos. Sin embargo, en su caso es aún más importante tener un respaldo económico por si algo ocurre.
Si estás soltero o no vives con nadie más, hay algunas preguntas que tienes que hacerte. ¿Te has planteado qué pasaría si sufrieras un accidente y no pudieras volver a trabajar? ¿Y si necesitas la ayuda de una persona que te cuide? ¿Cómo asumirías tus gastos sin tener un sueldo completo? Para estos casos, se puede añadir la cobertura de la invalidez a estas pólizas. En caso de que se reconozca a una persona una incapacidad permanente, el dinero de la indemnización irá para el propio asegurado, para ayudarlo a afrontar su nueva situación y la pérdidad de su salario habitual.
4. Son caros
El otro gran mito relacionado con el dinero. Si entras en nuestro comparador, verás con tus propios ojos que no es verdad. Por menos de lo que te cuesta salir un par de noches a cenar, puedes contratar un capital que protegería a tu familia durante varios años. Son incluso más baratos que otros gastos habituales, como el seguro del coche.
No obstante, es posible que este mito se haya expandido por culpa de los bancos. Según un estudio de 2021, las pólizas que vende la banca son hasta un 93 % más caras que las que venden las aseguradoras. Es decir, que cuestan casi el doble y no ofrecen nada diferente. Si una persona decide contratarlo con su entidad en lugar de irse a una empresa especializada, sí que tendrá una prima demasiado alta.
5. Solo te cubren en caso de fallecimiento
Esta afirmación es solo una verdad a medias. Los seguros de vida pueden ser de muchos tipos, y todos cubren el fallecimiento por cualquier causa: accidentes, enfermedad… El más básico paga la indemnización únicamente cuando el asegurado fallece, pero los hay que te cubren muchos otros supuestos.
Por ejemplo, y como ya hemos comentado, hay pólizas que te pagan a ti mismo si sufres una invalidez que te impide volver a trabajar. También los hay que te dan la indemnización si te diagnostican una enfermedad grave. Incluso las hay que te pagan el doble o el triple de lo acordado si falleces de algún modo concreto (por ejemplo, en un accidente de tráfico). Así pues, hay muchísimas circunstancias más además del fallecimiento que se pueden cubrir con estas pólizas. En función de tu situación, te serán más útiles unas u otras.
¿Habías oído alguno de estos mitos sobre los seguros de vida? No dejes que la desinformación te impida proteger el futuro de tu familia. Echa un vistazo a nuestro comparador y convéncete de que te dan mucho a cambio de muy poco. ¿Aún tienes dudas? ¡Contacta con nuestros asesores sin compromiso!
Un comentario
Un artículo más que necesario porque por desgracia existen muchos mitos en torno a este tipo de seguro. Desmitificarlo es muy necesario para que las personas conozcan su importancia. Gracias por compartir el post, saludos.