Cada persona es diferente y tiene unas necesidades distintas. Por eso, tu seguro de vida debe adaptarse a ti. Las coberturas de un seguro de vida se pueden escoger para hacerlo más completo; unas son más útiles si vives solo, otras si estás casado…
Hay mil factores que influyen en las decisiones que tomamos. La familia, el trabajo, el dinero o nuestro estilo de vida son solo algunas de ellas. Son pilares básicos de cualquier persona y, por ese motivo, hay que tenerlas en cuenta cuando pensamos en el futuro. Alguien que tenga familia tendrá unas prioridades distintas que una persona soltera que viaje mucho por trabajo. Y eso debe reflejarse al elegir las coberturas de un seguro de vida.
Los seguros de vida se encargan de proteger tu economía y la de los tuyos si falleces. Si eso ocurre, se pagará una indemnización a tus beneficiarios, con la que podrán saldar deudas o hacer frente a los gastos diarios. Estas pólizas cubren el fallecimiento, pero se pueden elegir coberturas extra para estar protegidos de otros contratiempos. Por ejemplo, los hay que también te pagan a ti si sufres una invalidez, otros se encargan de pagar tu hipoteca…
¿Cómo elegir las coberturas de un seguro de vida? Todo dependerá de tus circunstancias y tus prioridades. Añadir cualquier protección extra es buena opción; pero hay algunas más útiles para cierto tipo de personas.
Personas que viven solas
En España, hay casi 5 millones de personas que viven solas, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Si vives solo, casi cualquier cobertura extra que quieras añadir a tu seguro de vida te viene bien. Pero, sin duda, la que más te conviene es la invalidez. El seguro de vida con invalidez no solo paga a tus beneficiarios si mueres; si sufres un accidente que te impida trabajar, tú cobrarás el dinero.
Tener la protección extra en caso de invalidez es muy importante, ya que la prestación de la Seguridad Social es muy escasa. Gracias a la póliza, podrás mantener tu independencia incluso aunque ya no puedas trabajar.
Igualmente, también es muy útil añadir las enfermedades graves (cáncer, infartos…). Según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), una persona diagnosticada de esta enfermedad puede llegar a gastarse entre 25.000 y 210.000 euros durante el tratamiento. Si se diera el caso, recibirías la indemnización para ayudarte con esos gastos. Una persona que viva sola y sufra una dolencia seria no debería preocuparse por su economía, sino solo por curarse.
Para quienes viajan mucho
Quienes usan el coche a diario saben que se enfrentan a un riesgo extra. Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), en 2020 murieron en accidentes de tráfico 870 personas, pese a que la movilidad estuvo muy limitada.
Para quienes viajen por carretera a menudo, ya sea por trabajo o por ocio, existe una cobertura especialmente interesante: el triple capital por accidente de circulación. Si falleces por cualquier motivo (enfermedad, por ejemplo), tus beneficiarios recibirán la indemnización acordada; pero si falleces en la carretera, recibirán el triple de dinero.
Otra opción similar es la que ofrece doble capital en caso de accidente, que incluiría más imprevistos además del accidente de coche.
Personas con hipoteca
En este caso, no hay ninguna duda: seguro de vida hipoteca. Las grandes deudas son determinantes a la hora de escoger estas pólizas. Piensa que, si te ocurre algo, esa deuda pasará a tu familia.
El seguro de vida hipoteca protege tu vivienda si a ti te sucede cualquier cosa. La indemnización se utiliza para pagar al banco, con lo que la deuda queda saldada. De esta forma, la familia podrá disfrutar de la vivienda sin tener que seguir pagando.
Personas con hijos, ya sean solteras o casadas
El futuro de los hijos es uno de los motivos más habituales para hacerse un seguro de vida. Según datos de Unespa, la patronal del sector, el rango de edad que más contrata estas pólizas es el de 25-54 años, que es la edad aproximada en la que se tienen aún hijos pequeños.
En general, es imprescindible plantearse una de estas pólizas si se tienen personas a nuestro cargo. Todas las coberturas pueden ser útiles en esos casos, pero hay algunas más enfocadas a cuidar de los hijos:
1. Fallecimiento de ambos cónyuges
Esta cobertura está diseñada para los matrimonios. Los seguros de vida son individuales, es decir, solo protegen a una persona. Si una pareja quiere que sus hijos reciban la indemnización en caso de que cualquiera de los dos muera, será necesario tener dos pólizas: una para cada uno. Sin embargo, también existe la opción de contratar esta cobertura. Si ambos cónyuges fallecen por un mismo accidente y solo uno tenía seguro, se puede pactar una indemnización adicional.
Hay que tener en cuenta que esta opción no está disponible en todas las compañías. Por ello, es importante comparar precios y coberturas de seguros de vida antes de tomar una decisión. En nuestra plataforma puedes ver qué te ofrecen las principales empresas del mercado y comparar precios y coberturas en apenas unos segundos.
2. Seguro de vida con invalidez
Añadir esta cobertura será especialmente importante en el caso de padres o madres solteros. Si la familia depende de su sueldo, la póliza le aportará la tranquilidad de que, incluso en caso de sufrir una invalidez, tendrá dinero para cuidar de sus hijos.
3. Enfermedades graves
Es muy útil en casos como el anterior: madre o padre soltero al que se le diagnostica una dolencia seria. En estos casos, los padres deben centrarse en cuidar de su salud y no agobiarse por el dinero.
4. Doble o triple capital por accidentes
Los accidentes son totalmente imprevisibles. Para aquellos padres que quieran tener una tranquilidad total, estas coberturas del seguro de vida son para ellos. Les permite saber que, ocurra lo que ocurra, aunque sea lo más inesperado, sus hijos no tendrán que preocuparse por el dinero.
Pero recuerda: el seguro de vida ya te cubre el fallecimiento por accidente. Esta cobertura solo hace que la indemnización sea mayor.
Las coberturas del seguro de vida ideales para todos
En general, todas las coberturas del seguro de vida son útiles para cualquier persona. Por desgracia, nadie está libre de sufrir un accidente o una enfermedad grave. Así pues, ninguna elección es mala. Todo dependerá de tus prioridades y de tu estilo de vida. Y, por supuesto, siempre puedes escoger varias de ellas en una misma póliza. ¡No tienes que renunciar a nada!
Si aún te cuesta decidirte, echa un vistazo a nuestro comparador. En él puedes ver los precios y las coberturas de las principales empresas del mercado. En un minuto, verás cuánto te costaría incluir unas u otras y dónde pagarás menos. ¡Echa un vistazo y te sorprenderás!