Cuando una persona muere, sus familiares tienen que hacer varios trámites y pagar muchas facturas: el funeral, los impuestos… Contratar un seguro de vida evitará que nuestros familiares sufran para pagar todo ese dinero cuando ya no estemos.
Por desgracia, todos tendremos que decir adiós a un familiar. Y, cuando es una persona muy cercana a nosotros, al dolor emocional se añade también el coste económico.
1. Los gastos de sepelio
Cuando pensamos en el gasto más importante al morir una persona, pensamos sin duda en el funeral.
¿Cuánto cuesta un funeral en España?
Un sepelio completo, pero no demasiado ostentoso, cuesta una media de 3500 euros. Así lo descubrió la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) hace algunos años, cuando recopiló información de varias funerarias. Sin embargo, es solo un precio aproximado, porque depende de muchísimos factores: la empresa, el cementerio, la ciudad…
El ataúd, las esquelas, el coche fúnebre, las flores, el alquiler del tanatorio… Cuantos más servicios queramos añadir a la ceremonia, más se disparará la factura.
2. Impuesto de sucesiones
Cuando muere una persona, sus bienes y deudas se reparten entre sus herederos. Aunque perder a un ser querido supone un gran golpe emocional y económico, Hacienda solo tiene en cuenta que hemos recibido dinero. Así pues, al aceptar la herencia hay que afrontar el impuesto de sucesiones (IS), una tasa que varía mucho en función de varios factores:
- La cantidad de dinero heredada.
- El grado de parentesco entre el difunto y el heredero. Los hijos menores de 21 años son los que menos tienen que pagar, seguidos de los cónyuges, padres e hijos mayores de 21 años.
- La comunidad autónoma. Hay algunas regiones en las que los familiares más cercanos están exentos del 99 % de este impuesto.
¿Qué ocurre si un familiar fallecido me deja una vivienda?
Los gastos crecen si, cuando alguien muere, lega una vivienda. No solo habrá que pagar el impuesto de sucesiones teniendo en cuenta el valor del inmueble, sino que hay que afrontar otras tasas. Estos son los otros dos gastos que se añadirán al funeral y al impuesto de sucesiones.
3. Plusvalía
Los herederos deberán pagar el incremento valor de los terrenos de naturaleza urbana, es decir, la conocida plusvalía municipal. Cuando se cambie la titularidad de la casa, habrá que pagar también este impuesto al ayuntamiento de la ciudad donde esté situada. La cantidad final dependerá de varios factores, que fija el propio ayuntamiento.
4. Cambio de titularidad de los bienes
Una vez abonados el impuesto de sucesiones y la plusvalía municipal, hay que hacer el cambio de titularidad de la casa en el Registro de la Propiedad. Es un proceso que lleva bastante tiempo y que, incluso, puede obligarte a contratar un asesor legal (lo que aumentará el coste total).
El gasto principal de este paso será la notaría. El notario no pone el precio, sino que es una cantidad fijada en el Real Decreto 1426/1989. En general, la tarifa del notario dependerá del valor de la propiedad y la extensión del documento que se redacte.
5. Pérdida de ingresos
Sin duda, el mayor coste cuando muere una persona es la pérdida de ingresos. La familia dejará de recibir el salario o pensión del fallecido y, además, tendrá que afrontar todos los gastos que ya hemos mencionado antes. Por ejemplo, si una persona ganaba 1500 euros al mes y fallece, su hogar dejará de ingresar 18.000 euros anuales. En cambio, las facturas seguirán ahí.
Esa pérdida de ingresos puede ser directa (es decir, que el fallecido ya no traerá un salario) o indirecta. Es el caso, por ejemplo, de las amas y los amos de casa. Son personas que no traen dinero, pero cuyas acciones tienen un valor altísimo para el hogar. Sin ellas, habría que pagar otros servicios (guardería, por ejemplo).
La solución: protégete con un seguro de vida
Desgraciadamente, a todos puede sucedernos algo que nos impida seguir aquí con nuestros seres queridos. Pero sí hay una cosa que podemos controlar: la salud económica de los que más queremos.
Al morir una persona, los gastos se multiplican para sus familiares. Como ya hemos visto, solo el funeral puede suponernos más de 3000 euros de golpe. ¿Y si nuestra familia no tiene ese dinero y necesita endeudarse?
Estar protegido con un seguro de vida te da la tranquilidad de que, ocurra lo que ocurra, esos gastos no tendrán que preocupar a tu familia. Puedes contratar el capital que quieras (30.000, 50.000, 200.000 euros) para que, si falleces, tus beneficiarios lo reciban. Podrán utilizarlo para lo que quieran: pagar la hipoteca pendiente, asumir los impuestos, ir a la universidad…
Además, muchos seguros de vida llevan incluidos los gastos del sepelio. Por lo general, cubren entre 3000 y 5000 euros, por lo que te permiten olvidarte de un gasto muy importante. En otras palabras: cubren lo mismo que un seguro de decesos y mucho más.
Puedes saber rápidamente qué empresas de seguros te incluyen los gastos de sepelio en nuestro comparador. También podrás ver cuánto te costaría una póliza adaptada a ti, con las coberturas que tú quieras, y escoger el precio que más te convenza.
Hay que desembolsar mucho dinero cuando muere una persona cercana. No dejes que eso sea un problema para tu familia. Confía en un seguro de vida para proteger a los que más quieres. Entra en nuestro comparador y convéncete: la tranquilidad solo cuesta unos euros al año.