Según el informe “El seguro de vida: quién lo adquiere en España” elaborado por la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (UNESPA), cerca de 20 millones de personas tienen suscrito un seguro de vida en España, aunque no es obligatorio, una cifra que no para de crecer tras la pandemia. La razón es que esta póliza es una garantía económica que protege al asegurado y a su familia en caso de fallecimiento o de una invalidez provocada por un accidente o una enfermedad. Pero antes de contratarlo, debes saber que no es un producto rígido. Para cada perfil de asegurado existen diferentes opciones de contratación en cuanto a coberturas y capitales asegurados y la edad tienen mucho que ver en la decisión. Sigue leyendo si quieres saber qué seguro de vida contratar según la edad y las necesidades del momento.
Las necesidades cambian con la edad
El informe de UNESPA señala que “el mayor componente de compradores de seguro de vida, casi un tercio del total, se da en personas entre 35 y 44 años en el momento de la adquisición”.
De hecho, las cifras señalan que este tramo de población y el siguiente, de 45 a 54 años, suponen la mitad de los compradores del seguro de vida.
La explicación parece sencilla, si se piensa en el momento vital de vida: quienes se encuentran en estas franjas de edad suelen tener menores de edad a su cargo (hijos pequeños) y, por lo tanto perciben una mayor necesidad de proveer el bienestar de sus seres queridos si algo les ocurriese a ellos.
Aun así, contratar un seguro de vida es una opción necesaria siempre, aunque se sea joven y soltero, o ya se esté jubilado. Eso sí, como las necesidades cambian con los años, las coberturas asociadas y los tipos de seguros de vida, también. Porque no es lo mismo No es lo mismo tener 30 años sin cargas familiares, que haber cumplido los 40, estar pagando una hipoteca y tener dos hijos.
Seguros de vida riesgo con garantías extra, la mejor opción siempre
Los también llamados seguros de fallecimiento con capital constante garantizan el pago de un capital o una renta convenidos, en caso de muerte o invalidez del asegurado durante un tiempo estipulado en el contrato. Son apropiados a cualquier edad y son los más comunes. De hecho, cuando se habla de manera coloquial de un seguro de vida, solemos referirnos a esta modalidad.
Solo hay que tener en cuenta algunos detalles antes de contratar la póliza, respecto a los años del asegurado:
1.- No se puede contratar un seguro de vida antes de los 14 años. La Ley 50/1980, de 8 de octubre, de Contrato de Seguro establece en el Titulo III, Sección II Seguros sobre la vida, que no se puede contratar un seguro de vida a nombre de un menor de 14 años o un incapacitado. Sí autoriza a dejar de beneficiario de nuestro seguro de vida a nuestros hijos, incluso desde bebé.
2.- La mayoría de las aseguradoras tienen una edad límite para la contratación de estos seguros y fijan otra edad máxima en la que las personas pueden disfrutar de las coberturas asociadas. Lo normal es poder contratar un seguro de vida hasta los 64 años, y que la coberturas añadidas a la póliza estén vigentes hasta los 70 años.
A este tipo de póliza se pueden añadir otras coberturas extras que cada día son más imprescindibles. También se puede ampliar y multiplicar el capital asegurado, según las necesidades del asegurado en cada momento.
Son estas garantías las que dependen de los años del tomador de la póliza, con la intención de paliar la pérdida económica que implica sufrir un accidente o una enfermedad grave que le impida desempeñar su trabajo habitual.
1.- Invalidez profesional
Consiste en el pago de un capital igual al garantizado en caso de fallecimiento, si al asegurado le sobreviene una invalidez total y permanente que le incapacite a seguir desarrollando su trabajo habitual. Es interesante porque la póliza general solo incluye la invalidez absoluta y permanente para cualquier trabajo, muy difícil de reconocer por la Seguridad Social. Eso significa que si el INSS solo te reconoce la total, también llamada profesional, no tendrás derecho a la indemnización de tu seguro de vida.
2.- Doble capital en caso de muerte por accidente
Este complemento garantiza el pago del doble de capital contratado en caso de que el asegurado fallezca en accidente o como consecuencia del mismo. Puede ir unida al seguro de invalidez.
3.- Triple capital por accidente de circulación
Garantiza el pago del triple del capital asegurado en la póliza si el accidente que produzca el fallecimiento sea un accidente de circulación: tanto si es peatón, como conductor o pasajero de un coche, o al usar un transporte público. Solo puede contratare asociada a la cobertura de muerte por accidente.
4.- Seguro de vida para enfermedades graves
Indemniza a quien tú decidas por la cantidad que asegures en el contrato de la póliza a quien quieras en el caso de que fallezcas. Además, te ayuda a ti económicamente si sufres una enfermedad grave como cáncer, infarto, insuficiencia renal, etc. o si necesitas una operación importante, como un trasplante. También puede cubrir los accidentes. Ayuda con los cuidados que necesita el enfermo o para paliar el fuerte impacto económico que sufre la familia ante la aparición de una enfermedad grave.
5.- Enfermedades femeninas
Por una pequeña cantidad extra al mes, se recibirá el dinero contratado en caso de fallecimiento o si se diagnostica una de estas enfermedades propias de la mujer: tumor maligno de mama, de vagina, de útero, de ovarios, de cuello de útero, de trompas de Falopio, de vulva. Puede incluir asesoramiento psicológico, anticipo de capital para hacer frente a los gastos del entierro, una revisión ginecológica anual, que incluye consulta, citología, ecografía y mamografía a partir de los 40 años, servicios orientados a la prevención y al cuidado de la salud, chat médico ilimitado, segunda opinión médica…
6.- Un seguro de dependencia
Funciona igual que uno de vida, pero la indemnización se cobrará solo en caso de dependencia severa (o doble indemnización en caso de gran dependencia). Si vives solo, puede ser una buena alternativa. Con el capital asegurado, podrás hacer frente a los gastos que implica necesitar una persona que te ayude en tu vida diaria.
Seguro de vida para los más jóvenes
Y si te preguntas a partir de qué edad es aconsejable contratar esta póliza, la respuesta es a cualquiera. De 25 a 30 años, la mayoría de los jóvenes han terminado el ciclo de formación, comienzan a trabajar y se emparejan. Empiezan a ganar dinero y a consumir (automóvil, vacaciones, etc.) por lo que buscan préstamos de consumo para comprar un coche por ejemplo, y pueden contratar seguros de vida-riesgo para estar protegidos.
El precio va a depender de muchos factores, pero la mayoría de pólizas para personas de 30 años, no superan los 200 €, un precio realmente económico porque se presupone que a esta edad aún no disponen de grandes ingresos.
Además, es la franja más recomendable para hacerlo porque las compañías suelen darnos mayores beneficios y podremos aprovechar otras muchas ventajas.
En el caso de jóvenes, lo más aconsejable es asociar a su póliza garantía de incapacidad total profesional, ya que en caso de que se produjera y no pudiera seguir trabajando en su puesto laboral, necesitaría disfrutar de una seguridad económica e, incluso cuidados, durante muchos años.
También es aconsejable duplicar el capital asegurado en caso de sufrir un accidente o incluso triplicarlo, si es de tráfico. A edades tempranas es más común que ocurran, y en ese caso el asegurado necesitará más dinero para recuperarse y salir adelante.
Por otra parte, no podemos olvidar comentar que en este tipo de pólizas también se tiene en cuenta el estado de salud del asegurado, ya que si estamos enfermos el seguro será más caro e incluso puede que muchas compañías no nos hagan el contrato. Y también, la profesión.
Si nuestro trabajo no está considerado de riesgo, el precio no se encarecerá. Si por el contrario si nuestra actividad profesional se encuentra dentro del cuadro que establece las profesiones de riesgo en España, nuestro seguro de vida será mucho más caro.
¿Por qué se pospone la contratación de una póliza de vida hasta bien superados los 30 años?
Quizás influya el hecho de que se relacione como una cobertura que no se va a utilizar de manera inmediata. Según la UNESCO, la esperanza de vida mundial ha aumentado de 46,5 años en 1950 a 71,7 años en 2022 y se espera que llegue a 77,3 para 2050. De hecho, España se encuentra en el cuarto puesto de países con mayor esperanza de vida, con 83,6 años de media. El ranking lo lidera Japón, con una media de 84,4 años.
Quizás sean estos números lo que condicionen la dilatación temporal a la hora de contratar un seguro de vida, al pensar de manera errónea que los accidentes o la muerte solo llega a edades muy tardías, cuando la realidad demuestra que una desgracia puede suceder en cualquier momento.
Pero también puede tener que ver con la forma de ser de los jóvenes, que apunta a que creen que solo tienen que pagar por algo de consumo inmediato (como un móvil o un ordenador) y no por lo que no podría suceder en décadas.
De los 35 años a los 54 años
Es alcanzada cierta estabilidad laboral, cuando quien lo desea apuesta por vivir en pareja e incluso formar una familia. Contratar un seguro de vida que proteja a su familia y pague la hipoteca y otros préstamos en caso de que al asegurado le suceda algo, es una prioridad.
Así, aunque cualquier momento es bueno para contratar una póliza de vida, a medida que nos vamos haciendo mayores nos va a costar más hacernos con una de ellas. De hecho, cumplido el medio siglo de edad, muchas personas tienen dificultades para asegurarse al aparecer problemas de salud o accidentes, y, si los hacen, a un precio más elevado. Por eso, cuanto antes, mejor.
La cobertura de incapacidad total laboral es imprescindible a esta edad.
Hay que tener en cuenta que en caso de sufrir una incapacidad por enfermedad o accidente, la pensión del INSS será muy baja y será necesario contar con un extra. A partir de los 45-50 años resulta difícil que contrate una empresa en un puesto laboral para el que no se tiene experiencia.
La cobertura por enfermedades graves es también una buena opción en este tramo de edad, cumplidos los 40 años, cuando empieza a ser más habitual que se sufra algún problema de salud importante. Con este seguro, estarán cubiertos los gastos que ocasione un trasplante o un cáncer, y ayudará económicamente a la familia hasta que pueda recuperarse.
Si eres mujer, la garantía específica para enfermedades propias femeninas, es una buena aliada para cuidar tu salud, gracias a los servicios médicos que incluye, y estar protegidos en el caso de que aparezca alguna enfermedad grave.
A partir de 55 años
Haber superado los 50 años de edad no debería ser impedimento para contratar un seguro de vida a buen precio, aunque lo ideal es disponer de esta póliza cuanto antes, para estar protegidos si sucede alguna desgracia.
Y cierto es que a medida que se cumplen años, suben los precios. Pero en el coste también influye el capital asegurado y las garantías extras que se contraten, acorde a nuestras responsabilidades. En esta etapa de la vida las cargas familiares ya no son las mismas. A los 60 años hemos podido haber pagado la hipoteca por completo o gran parte de ella, nuestros hijos son mayores…
Contratar un seguro de vida cerca de la edad de jubilación es una opción muy importante también, tanto si se tienen personas a cargo como si se vive solo.
Las personas que viven solas depende exclusivamente de sus ingresos. Eso implica que necesita estar protegido en el caso de que enferme o sufra una operación y necesite ayuda.
Y es que, aunque las aseguradoras fijan una edad tope para contratarlo y de validez, algunos tienen vigencia hasta los 80 años. Según los últimos datos del INE, la esperanza de vida de los hombres españoles era de más de 80 años; la de las mujeres, de más de 85. Esto significa que vivimos más años, pero también que trabajamos más. La mejora de la esperanza de vida ha ido elevando la edad de jubilación, que llegará a los 67 años en 2027.
De ahí, que en esta franja de edad, sean interesantes los seguros de vida con invalidez total o los dependencia, en una etapa de la vida en que sufrir algún problema de salud puede ser más habitual.
Otra buena opción es que incluyan los servicios de un seguro de decesos o que anticipe un tanto por ciento del capital asegurado para paliar los gastos del funeral.
En resumen: tengamos una edad u otra, siempre es recomendable que contratemos un seguro de vida, ya que es una garantía para nosotros y nuestra familia. Y aunque ir cumpliendo años o elegir garantías extras asociadas a la póliza encarece el precio de las primas, el precio no tiene por qué ser inalcanzable. Y si no te lo crees, consulta nuestro comparador de seguros de vida, que ofrece resultados de forma gratuita y sin compromiso de 50 aseguradoras.