Los seguros de vida están diseñados para cubrir determinadas necesidades y no todos son apropiados siempre ni para todas las personas. Interesa conocer los diferentes seguros de vida que existen. Te hablamos de todos los tipos de seguros de vida: cuál te interesa. Porque el riesgo a asumir va variando a lo largo de nuestra vida y hay que elegir el que mejor se adapta a nuestra realidad.
Tres tipos principales de seguros de vida
- Seguros de vida-riesgo. También llamados seguros de fallecimiento. Garantizan el pago de un capital o una renta convenidos, en caso de fallecimiento o invalidez del asegurado. Son apropiados a cualquier edad y son los más comunes.
- Seguros de vida-ahorro. También llamados seguros para caso de vida o supervivencia. Garantizan el pago de un capital o una renta convenidos, si el asegurado vive en o a partir de determinada fecha. Son productos antiguos que se comercializaban hace tiempo, pero que no son recomendados por los expertos. Puede ser que los ofrezca algún banco pero han desaparecido de las carteras de la aseguradoras, ya que existen otros tipos de pólizas mucho más ventajosas: los seguros de vida riesgo.
- Seguros Mixtos. Combinan seguros-vida y seguros-ahorro. Es decir, seguros para caso de vida y para caso de muerte. Los seguros mixtos ofrecen garantías en caso de vida y en caso de muerte simultáneamente. están casi desparecidos, al ir asociados a un tipo de seguro de vida obsoleto: el seguro de vida-ahorro.
Seguro de vida-riesgo: la mejor opción a cualquier edad
Son los seguros de vida más habituales. Garantizan el pago de un capital o una renta convenidos, en caso de fallecimiento o invalidez del asegurado. Además, a este tipo de póliza se pueden añadir otras coberturas que cada día son más imprescindibles para paliar la pérdida económica que implica sufrir un accidente o una enfermedad grave que nos impida desempeñar nuestro trabajo habitual. Se trata de la que cubre la invalidez o incapacidad permanente total o laboral.
Y si te preguntas a partir de qué edad es aconsejable contratarla, la respuesta es a cualquier edad. De 25 a 30 años, la mayoría de los jóvenes han terminado el ciclo de formación, comienzan a trabajar y se emparejan. Empiezan a ganar dinero y a consumir (automóvil, vacaciones, etc.) por lo que buscan préstamos de consumo y contratan seguros de vida-riesgo.
Cumplidos los 30 comienzan a construir su patrimonio (compra de casa), por lo que entran en préstamos hipotecarios. También se plantean ser padres, por lo que continúan los seguros de vida-riesgo siguen siendo la mejor opción.
Pero también cumplidos los 45 años, cuando se encuentran en pleno vigor profesional e incluso cuando los hijos van creciendo y se aproximan fechas de posible prejubilación.
Te contamos qué tipos de seguros de vida riesgo existen en el mercado para que elijas el que mejor se ajusta a tus necesidades. Puedes entenderlo mejor en nuestro comparador de seguros de vida, con acuerdos con la mayor parte de las empresas aseguradoras españolas.
Seguro de vida-riego temporal con capital constante
Aunque el seguro de vida puede ser de muchos tipos, cuando hablamos de seguro de vida, solemos hacerlo en referencia a esta modalidad. Es el que cubre el riesgo de fallecimiento durante un tiempo estipulado en el contrato.
Su capital es pagadero inmediatamente después de la muerte del asegurado, si ocurre antes de llegar a la edad máxima contemplada en el contrato. Si el asegurado sigue vivo, el seguro queda cancelado y a favor de la entidad aseguradora las primas pagadas.
Seguro de vida-riesgo con capital creciente y decreciente
La mayoría de los seguros son de capital constante, aunque algunos bancos siguen comercializando este tipo de productos, asociados a la hipoteca, una opción mucho más cara. De hecho, las reclamaciones a bancos por productos asociados a hipotecas no dejan de crecer.
En estos casos, el capital asegurado aumenta o disminuye anualmente según una razón convenida. En ambos casos este crecimiento puede ser aritmético o geométrico y las primas pueden pagarse de forma constante o creciente, o constante y decreciente, en la misma o distinta proporción en que aumente o disminuya el capital asegurado.
Si se desea que el capital crezca de acuerdo con in índice determinado, por ej. el IPC, se utiliza un seguro Temporal Anual Renovable (TAR). Así, la prima irá creciendo por dos motivos: uno por el crecimiento de la prima natural de acuerdo con la tabla de mortalidad, y otro porque el capital crece además de acuerdo con el IPC.
En el caso de capital decreciente, la duración del pago de primas suele ser inferior a la del seguro.
En resumen: cuando hablamos de todos los tipos de seguros de vida, nos referimos sobre todo al de vida-riesgo con capital constante. Es decir: aquel que contratamos a cualquier edad, por una duración y cantidad determinada. Comprueba precios en nuestro comparador de seguros de vida, el más completo online.